Son momentos únicos. Momentos que parecen resumir otros momentos. Momentos que se te meten dentro del corazón y te hacen recordar con vehemencia que eres una persona afortunada. Es como si el mundo se pusiera de acuerdo para otorgarte una tregua, quizás para concederte un regalo. Una prueba real de la felicidad más plena.
El tiempo se detiene y los demás sonidos del exterior se ahogan en tu propia respiración, en el rítmico compás de tus latidos. A ratos se escucha una melodía indefinida, desconocida e indescifrable. Es ese tipo de melodías que acompañan los momentos felices y que no serías capaz de tararear. Tan solo sabes que cuando la escuchas, estás a salvo.
Al entrar en la habitación le encuentras tendido en la cama. Te mira con ardor, casi desafiándote. Atrévete a amarme. La sábana apenas le cubre una desnudez que él te muestra con la dosis justa de orgullo y pudor. No puedes dejar de mirarle, hipnotizado por su belleza. Tu pulso se acelera. Te acercas a la cama mientras te vas desnudando tú también, sin dejar de mirarle. Atrévete a amarme.
Te tumbas a su lado sin dejar de mirar su cuerpo, desnudo y dorado. Le empiezas a acariciar. Cada centímetro. Poco a poco. Él también te acaricia. Notas un calor casi febril. Te besa. Le besas. La suavidad y la humedad de su boca acaban por abrasarte definitivamente. Entonces coge la sábana y con ella os cubre por encima de la cabeza, formando una guarida blanca y luminosa.
Ahí, bajo la sábana, os sentís más unidos que nunca. Dentro de ese refugio de algodón resplandeciente, parece que podéis amaros con más libertad que nunca. Os abrazáis. Os besáis. Os tocáis. No hay nada más. Él y tú. Sus piernas, sus brazos, tu cuello, tu pecho. Nada más. Solo vuestros cuerpos, vuestra respiración, vuestro amor enroscado entre las sábanas, bajo la protección de esa melodía sin música que desde entonces os acompaña.
Sí, un momento único. El tacto de su piel, el sabor de su boca, el olor de su cuello, la imagen de su cuerpo entero bajo las sábanas y el sonido de esa melodía interior que te evocará la pureza de un momento que permanecerá para siempre en la eternidad de tus recuerdos.