jueves, 10 de enero de 2008

EL PATIO DE MI CASA

Hoy el patio de mi casa está mojado, porque llueve en Madrid y hay una niebla londinense que le imprime a las calles y a las casas un tono misterioso y decadente. Y mi patio, que es como los de antes, resurge con todo su clasicismo en estas mañanas lluviosas de enero.

“...el patio de mi casa, es particular;
cuando llueve se moja, como los demás...”

Es un patio interior, pero bastante luminoso, cuadrangular y pintado de albero. Es un patio castizo, de casa antigua, de comentario entre vecinas, de olor a comida los domingos al mediodía y de ecos indiscretos en las livianas noches de verano.

Es un patio de ventanas y cuerdas de tender, de esos de estilo italiano en los que las cuerdas van de una ventana a otra de la casa, en todas las direcciones. El conjunto, visto desde arriba, resulta casi animal; es como una especie de tela-de-araña costumbrista, con cuerdas azules y verdes y prosaicas prendas íntimas colgando de ellas levemente.

El vínculo vecinal se estrecha en el momento en que permites que los demás vean tu ropa tendida. De algún modo expones parte de tu intimidad al tender tus bragas y tus toallas viejas. O eso dice mi madre. Por otra parte, la humanidad se divide entre quienes usan pinzas de plástico y quienes usan pinzas de madera, dice. Nosotros usamos pinzas de madera, claro. Otra cosa sería una vulgaridad... jajajaja

Es un patio de geranios y macetas. Hay macetas descolocadas con medida imperfección en la planta baja por la mujer del portero (al lado de la caldera y el cuartillo con los cubos de basura). Potos, hortensias, pilistras y algún helecho. Y también hay macetas, estas más pequeñas y valientes, en las repisas de algunas de las ventanas. No son más que temerarios brochazos de vegetación en la selva asfáltica de Madrid.

Cuando mis padres se van de fin de semana, mi contacto con el patio de mi casa se intensifica. Tengo que sacar la basura y a veces tender la ropa. Al bajar a los cubos, la mujer del portero me ilustra acerca de las últimas novedades en el mundo de la botánica de barrio. “Este coleo me crece estupendamente”. Y yo me quedo estupefacto pero le sigo el rollo. Y ella encantada.

Y al tender, la cotilla de Doña Juana me inspecciona desde su visillo, pero cuando me percato de su escrutadora presencia le saludo con la mano para delatarla, ésta se sobresalta y se ve forzada a abrir la ventana.

- Buenas tardes, Pablito.
(mira que me jode lo de Pablito)
- Buenas tardes, Doña Juana, ¿cómo está usted?
- Pues ahí ando, hijo, con mis achaques.
- Bueno, será este tiempo tan húmedo, ya verá como la primavera le sienta estupendamente.
(sí, cuando hablo con las vecinas digo cosas así)
- Ay, hijo, qué "apañao" eres, tendiendo y todo.
- Pues ya ve, uno, que está hecho todo un amo de casa.
- jejejeje Qué gracioso eres, rey.
- Bueno, Doña Juana, que ya he terminado, que pase usted una buena tarde.
- Igualmente, Pablito, hasta luego.
(y dale con Pablito, se lo perdono porque es una señora mayor, que sino...)

Y esa es la vida de patio. Anticuada, ritualista, de comidilla. Pero también es agradable. Yo por lo menos cuando cierro la ventana después de tender, estoy tan contento. Qué bobada... jejejeje

Muchos besossssssss

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay! me ha recordado mucho a tu post que hiciste contando lo que ves desde tu ventana. Si antes eras mi idolo ahora lo eres aún más. Esa conversación con doña juana me ha encantao, eres un primor!! Mil besos pablito!! xDD

Peter Hook dijo...

Ay ya te he encontrado :)
Yo pensando a ver cuando abre otro blog y aquí estas... Bueno te encontrado gracias al blog de tu churri :P

Aix... que bonito el post. Me ha gustado :), mis patios interiores no son tan entrañables como el tuyo. Lo único bueno es cuando a una amiga mía y a mi nos da por hablar gritando ella desde su casa y yo desde la mía y como no nos oímos al final termino llamándola por teléfono (es que este patio es muuuy grande así que imagínate que voces tenemos que pegar xD)

Pau dijo...

Vale, ahora que lo he releído me ha quedado todo más claro...

Ays, si es que haces literatura hasta con el patio de tu casa, luego pasa lo que pasa...

Un B

Anónimo dijo...

Niñoooooo :D
Cuando se cierra una puerta (o un blog), se abre otra ventana (otro blog) :D Pero este nuevo tiene patios interiores y vecina costumbrista :D
Un abrazo, Pablo (qué raro suena lo de Pablo, con lo bien que te habías marioizado!!!)

Anónimo dijo...

qgracia me ha hecho qyo hablo con las viejas exactamente igual qtu xD claro, luego nos adoran jajaja


bye!

Celsius dijo...

Jeejejejej, a mi me pasa igual pero cuando regreso de Sevilla al pueblo. Las vecinas viejas comienzan a preguntarme cosas (cuando me preguntan que si tengo novia no se donde meterme, ajajaja). He mirado en el cestito de tender y en mi piso las pinzas de madera ganan por mayoría, jajajaja. Desde hoy las separaré de las de plástico xD xD. Un saludo!